Ú L T I M A S R E S E Ñ A S

domingo, 22 de agosto de 2021

Reseña 169: Señoras que se empotraron hace mucho

Os ha pasado alguna vez eso de estudiaros un tema para un examen tan tan tan bien que incluso lo sabéis explicar de forma informal y coloquial, porque te lo sabes tan bien que te sale prácticamente natural?
Pues esto es lo que sucede aquí. Cristina domina tan bien las historias de las señoras que es capaz de contarlas en un registro informal y desenfadado. Eso hace que la lectura sea muy amena, pero a la vez nos aporta muchísimos datos, fechas y hazañas de las diferentes mujeres que es muy fácil olvidarse de alguno. 

He aprendido muchísimo, como por ejemplo el recorrido que ha tenido la visibilidad lésbica a lo largo de la historia. Desde el siglo XVII hasta la actualidad ha cambiado muchísimo, pasando por las «amigas románticas», la verdad es que he flipado un poquito bastante con la existencia de ese concepto. Básicamente consiste en amiguitas con toda la pinta de ser señoras que se empotraban (vivían juntas, se escribían cartas y se enfadaban si una de ellas tenía una relación fuera de la amistad), pero que la sociedad ni siquiera sopesaba la posibilidad de que ambas pudieran tener una relación lésciba. Eso era porque considereban que las mujeres no tenían deseo sexual y era el hombre el que lo tenía, por lo que una relación entre dos mujeres sólo podía ser de amistad. ¿Curioso, verdad? Creo que hablaré de ello en Instagram y le dedicaré una publicación, porque me parece digno de mencionar. 

No sé que más contaros, definitivamente es una lectura que merece totalmente la pena porque es muy amena, muy didáctica y te ríes un rato con la forma de narrar de la autora. ¡He sentido que estabámos las dos en una cafetería y ella me iba contando las historias! 

¿Lo habéis leído? ¡Un besito y hasta el próximo domingo! Mo- 






domingo, 15 de agosto de 2021

Reseña 168: El cuarto mono

Hace un año, después de leer los libros de Carmen Mola: «La novia gitana», «La red púrpura» y «La nena» pensé que no iba a leer más thrillers tan sangrientos y tan macabros. Sin embargo, Baker me ha hecho ver que estaba completamente equivocada. ¡Madre mía! Tenía muchísimas ganas de conocer la historia, pero siempre se colaban otros libros en mi lista de pendientes, por lo que fui postergando siempre la lectura. 
Sin embargo, en una de mis últimas visitas a la biblioteca lo encontré en la sección de thrillers, y supe que era el momento. No sé si os pasa, pero en verano para mí es el momento ideal para leer thrillers porque como el día es más largo y hay más horas de luz, paso menos miedo leyendo. ¿Os pasa o soy la única? 

Barker nos presenta la historia de los asesinatos del Cuarto Mono a través de dos hilos principales: en primer lugar (y el que más protagonismo tiene) está Sam Porter, policía de Chicago y el encargado de llevar a cabo la investigación de los asesinatos relacionados con el Cuarto Mono. En segundo lugar, el propio asesino dejará un diario en el que, según asegura él, está la explicación de por qué es una asesino en serie. 
Además de los dos hilos anteriores, también hay algún capítulo suelto narrado por otros personajes como Clair y Emory, pero creo que es guay que vosotros mismos descubráis quiénes son, sobretodo Emory. 

El ritmo de la historia es buenísimo: desde el principio me vi atrapada entre las páginas del libro y no pude dejar de pensar en la historia hasta que lo terminé. Además, los capítulos se van alternando y vamos conociendo a la vez la historia de Sam Porter y leyendo el diario, lo que ameniza muchísimo la lectura. 

Es un libro brillante, y en él encontramos los típicos clichés de los thrillers de asesino-investigador. Por ejemplo, Porter también tiene un pasado que le atormenta, o hay una escena en la que el policía se adentra en un edificio tenebroso y donde presumiblemente se encuentra el asesino solo y sin su equipo. Pero vaya, a pesar de tener esos clichés, no puedo decir que no lo haya disfrutado. No me tuvo en vela por las noches como me pasó con los de Carmen Mola, pero sí que hacía que deseara que llegara la hora de acostarme para ponerme con la historia. 

Es la primera parte de una trilogía, los siguientes son «La cuarta trampa» y «La quinta víctima». ¡Estoy deseando continuar con la historia para saber qué pasa! 

¿Vosotros habéis leído algún libro del autor? ¿Os gusta? ¡Contadme! 

¡Nos leemos en la próxima entrada! Mo-







domingo, 8 de agosto de 2021

Reseña 167: Una educación

 ¡Holi! Llevaba tiempo queriendo leer «Una educación», pero no fue hasta que vi que el club de lecturas conjuntas «Lecturas con magia» elegía este libro para leerlo durante el mes de julio cuando decidí que era el momento y la compañía adecuados. 

Para empezar, la protagonista del libro es la propia autora, Tara.

Nacida en las montañas de Idaho, Tara Westover ha crecido en armonía con una naturaleza grandiosa y doblegada a las leyes que establece su padre, un mormón fundamentalista convencido de que el final del mundo es inminente. Ni Tara ni sus hermanos van a la escuela o acuden al médico cuando enferman. Todos trabajan con el padre, y su madre es curandera y única partera de la zona.

Tara tiene un talento: el canto, y una obsesión: saber. Pone por primera vez los pies en un aula a los diecisiete años: no sabe que ha habido dos guerras mundiales, pero tampoco la fecha exacta de su nacimiento (no tiene documentos). Pronto descubre que la educación es la única vía para huir de su hogar. A pesar de empezar de cero, reúne las fuerzas necesarias para preparar el examen de ingreso a la universidad, cruzar el océano y graduarse en Cambridge, aunque para ello deba romper los lazos con su familia.

He de reconocer que cuando iba leyendo (y comentando) el libro, no entendía las decisiones de Tara, de su madre, de su padre, de su hermano... ¡no entendía nada! Y eso me generaba rechazo y recelo hacia la historia. Me costaba muchísimo empatizar con las ideas que se nos muestran (sobretodo con las ideas del padre de Tara, que afirmaba continuamente que el fin del mundo estaba a la vuelta de la esquina) y había escenas que me obligaban a cerrar el libro, respirar y continuar con la lectura. 

Sin embargo, ahora que he tomado distancia con la historia, con las personas que aparecen, con las ideas... me doy cuenta de lo que pretendía la autora con este libro: 

  • Mostrarnos una realidad poco conocida, pero que existe. Hay todavía familias y personas que creen que el mundo es una conspiración contra ellos, que no pueden ir al médico porque los sanitarios les va a envenenar a través de pastillas... Parece que es de locos, pero no hay más que ver los comentarios en Facebook o en otras redes sociales cuando se habla por ejemplo de la vacuna contra el coronavirus. Gente afirmando que nos implantan microchips 5G, que estaremos controlados por el gobierno... mil paranoias más. Y este libro refleja eso mismo, aunque llevado al extremo. 
  • Arrojar esperanza sobre las personas que pertenezcan a esos círculos y que quieran salir de ahí. No quiero ni imaginar cuántas Taras habrá sobre el mundo que estén atrapadas en ese tipo de familias, y el impacto que tendría este libro sobre ellas. A mí personalmente me daría muchísima esperanza y me haría ver que hay un mundo más allá de Dios. Literalmente, un mundo. 
  • Proporcionarnos el antídoto al aislamiento de esas personas. ¿Cuál? Nos lo dice el propio título: una educación. La educación que recibimos condiciona casi por completo el tipo de persona que seremos en un futuro. Lo bueno es que muchas veces podemos elegir qué tipo de educación recibir. 
No quiero contar mucho más porque creo que este libro es perfecto para impactar, impresionar y generar emociones (¡incluso negativas!). Pero a la larga, tomando distancia... puedo decir que me ha gustado, aunque también es verdad que va a enfadar muchísimo y va a dar rabia. 

No es un libro para todo el mundo, pues contiene escenas de violencia explícita y no es apto para sensibles.

¡Un besito y hasta la próxima entrada! Mo-

jueves, 29 de julio de 2021

Reseña 166: Silverville

Victoria Álvarez es una autora que siempre va acompañada de opiniones muy positivas, de recomendaciones y de buenas críticas cada vez que leo su nombre por Instagram o por Blogger. Sin embargo, aunque a mí me encante su ambientación, su forma de narrar la historia... siento que me falta algo para que me enamore. 

De momento he leído de ella: 

«La ciudad de las sombras»

- «La voz de Amunet»

- «Silverville»

Y actualmente estoy leyendo «La Conjura de Aramat». Y en los cuatro libros me pasa lo mismo, me parecen fabulosos en cuanto al tono narrativo pero después... hay algo, no sé decirte el qué exactamente, que me falta. Si embargo, a pesar de que no me enamoren al completo (¿quizás sean las expectativas, que están muy altas?), reconozco que son unos libros muy buenos, entretenidos y que tienen mucha fuerza.

Casi todas las reseñas que he leído alaban la ambientación que consigue crear la autora con su pluma, y coincido de pleno con todas las personas: es increíble cómo Victoria consigue tejer, tanto con el vocabulario empleado, los diálogos y las descripciones, un escenario que podamos imaginar a la perfección. 

En «Silverville» viajamos al Oeste americano y aterrizamos en 1872, donde conoceremos a Grace Mallory, la esposa de John Mallory, que se instalará en la antigua mansión de la familia de su marido. Enseguida, se disparan los rumores del pueblo, pues como sabremos, en esa época no es nada común que una dama viva sola en una mansión abandonada. Coincidirá en Ruby Lawrence, una mujer de armas tomar que interferirá con los objetivos de Grace.

Además, he visto también críticas sociales, los personajes femeninos tienen muchísima fuerza (prácticamente todo el peso de la trama lo llevan las dos protagonistas), y se reivindica que las mujeres también pueden tener muchísimo que aportar a la sociedad. ¿Os suena eso? Increíble que la necesidad de que exista el feminismo siga siéndolo actualmente, en el siglo XXI porque seguimos arrastrando al invisibilidad desde el siglo XVIII. Tiste, pero real.

Es un libro con una historia tranquila, una trama que se va desvelando poco a poco pero que el final me encantó. No voy a describir el final porque no quiero dar pistas, pero a mí personalmente me hizo sonreír. (Primero tuve que releer el capítulo para estar segura de que no me había equivocado, pero cuando lo asimilé, me gustó). 

No es el libro del año para mí, pero creo que Victoria tiene algo que hace que siempre quieras más de ella. Aunque los libros que he leído anteriormente no me han enganchado al cien por cien, sí que tengo claro que es una autora que leeré con frecuencia. 

Y es que además de «La Conjura de Aramat», también cogí de la biblioteca «Tu nombre después de la lluvia», que será de mis próximas lecturas.

¿Y vosotros? ¿Coincidís conmigo, lo habéis leído? 

Os leo, ¡como siempre!

sábado, 23 de enero de 2021

Libro 165: Gente normal


¡Hola! Tengo la parte del cerebro encargada de hacer estas entradas muy oxidada. Me he centrado muchísimo más en mi instagram (@escribemeunpoco, si queréis echarle un ojo sois bienvenidos) y la verdad es que por allí se ve muchísimo más feedback. Pero no termino de quedarme a gusto comentando un libro porque el formato es más reducido, tengo que expresar mi opinión de una forma muchísimo más resumida y bueno, echaba muchísimo de menos el blog. 

Sin embargo, este año voy a introducir algunos cambios: no publicaré todos los domingos, sino cuando termine un libro. Quizás publique dos entradas en una semana, o me pase un mes sin subir nada. Eso sí, siempre voy a responder comentarios y voy a pasarme por vuestros blogs. 

¿Vamos al lío? ¡Vamos al lío! 

Cuando empecé a leer este libro tenía las expectativas bastantes altas, no os voy a mentir. Pero empecé a leerlo y... PLOF. Fatal. Horriblemente mal. ¡Madre mía! Voy a intentar explicarme sin que se note demasiado que prácticamente se me ha olvidado cómo desarrollar en una entrada mi opinión sobre un libro. 

La portada me llamó la atención, vamos a ser sinceros. Y es lo único. Bueno, no, miento. La sinopsis también me llamó la atención. Y ya está. Porque desde que empecé a leer el libro mis ánimos fueron decayendo hasta llegar al cero. ¡Si hasta estaba deseando despedirme de los protagonistas! Dios, qué suplicio. 

Tenemos a dos protagonistas: Marianne y Connell. Ambos personajes me cayeron FA-TAL, aunque si tuviera que elegir el que peor me cayó, diría que Connell. No voy a decir que son unos personajes planos porque no lo son, ¡en absoluto! Son unos personajes complejos, pero diré que era una complejidad absurda. Vamos a ponernos en contexto: tenemos a Marianne, una chica que proviene de una familia con algunos miembros extra aparte de su madre y hermano: el alcoholismo, el maltrato y el desprecio absoluto también forma parte de su día a día. 

Connell, por su  parte, es hijo de la limpiadora de la casa de Marianne. Es un chico popular en el instituto (a diferencia de Marianne, que es la apestada) y las cosas le van bien. Además, ambos van al mismo instituto pero allí no se dirigen la palabra. Hacen como si no se conocieran. 

Y no os voy a contar mucho más, porque creo que estropearía mucho la lectura (si os animáis con él) si lo hiciera. Os contaré que la historia transcurre a lo largo de cuatro años, CUATRO AÑOS. Creo que es tiempo suficiente para que alguno de los dos evolucione, aprenda, aporte algo. Pero no. Nada. No aportan NA-DA. 

Me frustró muchísimo porque cada vez que abría el libro, pensaba: «madre mía, qué guantazo tienen los dos, de verdad». Si el propósito del libro era ese, cabrearme y hacerme sentir impotente, lo ha conseguido con creces. No ha sido para nada una buena lectura, de verdad os lo digo. Me da mucha pena porque pensaba que me iba a encantar pero... nada. 

Una de las escenas que me frustraron MUCHÍSIMO fue esa: están dos personajes (no diré cuáles, porque sería spoiler) que estan a puntito de entrar en el tema. El tema sexual, ya me entendéis. Bueno, pues están ahí besándose y está la cosa calentita, y salta uno: bueno, voy a apagar la tele. Y la otra le contesta: vale. ¡POR FAVOR, QUE ESTÁIS A PUNTO DE FO***R! Dios mío. Qué poca alegría en el cuerpo, de verdad. 

¿Y el título? ¿Gente normal? No, chicos, no. Los dos protagonistas son de todo menos normales. Si me encuentro con alguien así en la vida, huyo

Y ya está, amigos. Gracias por acompañarme en esta entrada taaaan hater. Si coincidís conmigo (o si estáis deseando matarme porque vosotros habéis sido de esas personas que lo ha amado), estaré encantada de comentarlo con vosotros. 

¡Besitos! Mo-