¡Buenas! Aprovechando que hoy es fiesta en mi ciudad, Salamanca, he decidido dedicar un ratito de mi tiempo al blog. Anoche terminé de leerme el libro de la biblioteca, el de ''Si tú me dices ven yo lo dejo todo... pero dime ven''.
El autor es Albert Espinosa, y me encanta su forma de escribir. Es tan, tan... no encuentro un adjetivo adecuado para él, cuando leí su libro sentía que me lo contaba, era como verle en persona y que me lo contara hablando. Espero poder conseguir otro libro suyo para leer. Es el primero que he leído, y no puedo esperar a conseguirme otro. Ha publicado, entre otros libros, ''El mundo amarillo'', '' Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo''.
Lo que más me llamó la atención fue el título, pues lo de ''Si tú me dices ven yo lo dejo todo.'' Lo había visto ya, no sé donde (maldita mi cabeza que se me olvida dónde leo las cosas), y cuando leí el título, pues me quedé como: madre mía, cuanta razón... Es una verdad como una catedral.
La lectura me pareció preciosa, pues es un libro que habla sobre el transcurso de la vida, sobre el tiempo que pasa, del placer de perderse emocionalmente, y sobre todo, de las personas que de una forma u otra, consiguen cambiar tu forma de pensar. Como este libro me ha dado muchísimo que pensar, me ha encantado entero. Pero aún así, hay algunas fragmentos que me han encantado.
- Quería alejarme de aquel hombre que miraba un libro y me leía a mí.
- Lo mejor de recordar es que puedes regresar cuando lo deseas, nadie te puede robar o impedir eso.
- ''Amar'' sólo se puede conjugar en pasado.
- Si te pierdes de pequeño, no te perderás de mayor.
- Estar vivo es... dar vida.
- Aprender a caer antes que a caminar.
- No puedes retornar a tus recuerdos cuando en tu presente alguien sufre.
- Comprartir la pasión del otro es la mejor manera de conocerle.
- La intensidad no la marca el tiempo, sino la emoción que reside dentro de uno...
- El cuerpo es nuestro mayor enemigo, y a la vez nuestro mejor aliado.
Y ahora, ¡el resumen!
Dani es un hombre que trabaja investigando desapariciones de niños, porque él se perdió emocionalmente de pequeño, y siente que le debe eso a la gente que le guió de pequeño. De pequeño, sufía bulling, era un enano, aunque aún no era oficial, pues podía crecer. Cuando sus padres aún vivían, le tuvieron que operar de las amígdalas, y en el hospital conocíó al Sr. Martín. El Sr. Martín le contó anécdotas del pasado, y le dijo que amaba navegar, y que amaba los faros, es más, los consideraba sus propios hijos. Al Sr. Martín le operaron de los pulmones, y desgraciadamente no sobrevivió. Unos años más tarde, sus padres se murieron en un accidente de coche, y él se quedó al cargo de su hermano, y él, en vez de cuidarle, le maltrataba y no se molestaba en ocultar el odio que le tenía. Para salir de esa situación, decidió escapar de su casa, e ir en un ferry a Capri, una isla. Allí conoció a George, un viajero que le enseña a revelar fotos, el sentido de la vida, y le devuelve la seguridad que había perdido. Años más tarde, a sus cuarenta años, acaba de romper con su pareja, a la que llama ''ella'', y ese mismo día en el que ella decide dejar la casa que compartían, recibe una llamada de un niño desaparecido, esta vez en Capri. Para la búsqueda del niño desaparecido, necesita ayudar a otro niño perdido emocionalmente. Al final, consiguió tres cosas. Encontrar al niño desaparecido, devolverle las emociones al niño perdido emocionalmente, y... le dijo ''ven'' a ella. Y ella, claro está, fue.
Saludos bloggeros.
¡¡Nos leemos!!
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