Rota.
Quién me iba a decir a mí,
valiente,
que iba a acabar así.
Creo que cuando repartieron el amor
Cupido no se sabía mi nombre,
y se lo dio a una cualquiera.
Y aquí me ves
valiente,
rota.
valiente,
rota.
Un buen mago nunca
desvela su truco
y yo, tan oscura como la magia,
sigo renaciendo
una y otra vez.
Me destruiste, me rasgaste,
me consumiste, acabaste
conmigo.
Pero aún no he jugado mi última carta.
Estoy rota, sí...
Pero no por mucho tiempo.
El viento,
no siempre sopla
a tu favor.
Mo.
Me encantó el final :D
ResponderEliminarMuchas gracias, Astrid!!
EliminarEspero que te gusten también mis entradas:)
Un beso