Reseña 112: La reina negra

Leído en 3 noches
285 páginas

¡Hola! ¿Qué tal estáis? Yo esta vez estoy en mi ciudad natal, disfrutando de los amigos, libros y de los estudios. Fui a un taller ayer de mindfullness y me he dado cuenta de la importancia de vivir el presente y de tomar conciencia de sí mismo, así que estoy súper centrada en mis dedos escribiendo la reseña y disfrutando de eso. Todo muy filosófico, lo sé...

¡Bueno! Dentro reseña. Yo siempre he sido una lectora desde pequeña, entonces por mis estanterías se pueden ver libros de todo tipo, desde cuentos infantiles a libros para adultos, clasificados por edad. Cuando era pequeña la editorial que más leía por excelencia era la editorial SM, concretamente su colección El barco de vapor. Cogía muchísimos libros, y cuando iba a una librería con mis padres, me dejaban elegir un libro para leerlo próximamente.

Entonces cuando recuerdo momentos felices de mi infancia, siempre se me vienen a la cabeza estos libros y por lo tanto, la editorial SM. Actualmente de vez en cuando me gusta leer a la editorial porque sacan unos libros muy buenos, y también me transportan un poco a mi infancia.

Por lo tanto, a pesar de que yo haya dicho mil veces (por las entradas y en los comentarios que voy dejando en otros blogs) que la fantasía no me gusta, no me agrada... he cogido uno de este género, y me ha encantado.

- Sinopsis -

Tamiel, princesa y única descendencia del rey de Latos, jamás ha encajado. No encaja en las expectativas de su padre. No se resigna al futuro desdibujado y dependiente de una reina consorte. No es capaz de soportar, aunque quisiera, que otras personas manejen su destino, personas -hombres- a las que no puede ni quiere respetar. Sí: el espíritu de la menuda Tamiel es demasiado grande para el destino en el que pretenden confinarla. Y así, su terquedad, su resistencia y su empuje acabarán por agrandar los límites de su historia... hasta desgarrarlos. Y la vida de Tamiel se convertirá en muchas vidas diferentes, llenas de intrigas, luchas de poder, amor, felicidad sin límites, pena desgarradora y fidelidad hasta el fin. Tamiel, la menuda, anodina Tamiel, aún no lo sabe; pero su leyenda -sus leyendas- se contarán durante muchos siglos por toda la tierra conocida, con susurros de temor y reverencia. Todo eso aguarda a Tamiel, y a quien se atreva a emprender su historia junto a ella.

- Reseña -

Al leer este libro no iba con ninguna expectativa: iba a ser un libro que iba a leer porque soy fan de la editorial y confío plenamente en ella. Al empezar a leer reconozco que me sorprendió muchísimo, la trama me encantó y consiguió engancharme muchísimo.

Recuerdo que cuando me llegó el libro, hice unboxing y la portada me llamó muchísimo la atención. O sea, es una portada preciosa, con un dibujo que consigue transmitir muchísimo y además, en relieve. El tomo es de tela, y tiene un separador incluido de tela. O sea, críticas a la edición en papel, ninguna. No se puede. La edición en papel os juro que es preciosa.

La ambientación es brutal, desde el principio consigue transportarme a la época y lugar donde se desarrollan la novela, y no me costó nada situarme entre los personajes, su forma de pensar y sentir. Eso es algo que se agradece muchísimo porque cuando el autor no te consigue transportar al lugar y tiempo de la novela, cuesta muchísimo más disfrutarla. Pero, muchísimo. Y esto es algo que no me ha pasado aquí.

Simplemente lo miró a los ojos, con esa sonrisa que calentaba más que el sol, más que el fuego, y se acurrucó contra su pecho.

La protagonista es Tamiel, una princesa que discrepa con las ideas sobre el futuro que sus padres tenían para ella (que son, cómo no, casarla con un príncipe de otro reino) y decide tomar ella misma el rumbo de su propia vida. Es un personaje feminista, con un potencial increíble y muy bien perfilado.

Los personajes, en general, tienen su cometido en la novela. Sus acciones van acorde a sus ideas y a su forma de pensar. No he visto ninguna incongruencia, sino que está todo muy bien pensado y las palabras de cada diálogo, muy bien medidas.

El libro no tiene muchos diálogos, pero la prosa tampoco se hace pesada. Introduce las acciones, los diálogos y luego, en letra cursiva, los pensamientos de algunos personajes. Pero los pensamientos son una frase, o dos. Nada de monólogos internos que aburran, cero.

Las lecciones del dolor raramente son acertadas.

Una cosa que me sorprendió muchísimo de la novela fue el giro que tomaron los acontecimientos. No estoy hablando de un plot twist, sino más bien de que había más o menos dos tramas: una sobre el futuro del reinado (ya os dije que la princesa iba a romper los planes de sus padres de casarse), y otra sobre otra historia un poco diferente (también con Tamiel de protagonista), que no diré cuál es porque revelaría más de lo necesario. Pensaba que la primera iba a tener más importancia, pero al final las cosas se desvían y al final te das cuenta de que esta no es la trama principal.

Algo que quiero destacar también de la historia es cómo ha conseguido la autora incluir algunos sentimientos como unos protagonistas más. La verdad no es un simple sustantivo, sino que se convierte en algo casi tangible. Lo mismo pasa con la rabia, la autora consigue presentarla como un personaje más.

En definitiva, el libro me parece una forma maravillosa de introducir un mensaje feminista en la mente de los niños que lean el libro. Y no sólo eso, sino también que hay que ir con la verdad por delante, por mucho que duela y que la ira y el enfado nunca son buenos consejeros. Todo un conjunto de valores que hay que inculcar a los más jóvenes desde edades tempranas, y este libro lo consigue de sobra.

Ahora sé que cuando a algún niño le guste leer y le apetezca algo relacionado con la fantasía, le regalaré este.

¡Un besito!
Mo-

Muchísimas gracias a la editorial SM por la colaboración.