Reseña 114: Locos, ricos, asiáticos.

Leído en 4 días
543 páginas

¡Hola! ¿Qué tal estáis? Yo súper contenta, relajándome este finde y desconectando por unos días de los estudios (pero no del todo).

El libro del que os voy a hablar hoy lo vi por casualidad en una librería recién publicado, y me llamó muchísimo la atención la portada, pero en cuanto leí la sinopsis supe que tenía que leerlo sí o sí. O sea, era de estos libros que sabes desde el minuto uno que te va a encantar, pero no fue hasta un mes después cuando lo tuve en mis manos. 

Bueno, pues nada más tenerlo empecé a leerlo, pero al principio se me hizo aburrido y tedioso tanto nombre, tanta riqueza y tanta cosa... Así que me costó un montón arrancar con la lectura y coger carrerilla. 

Me alegra muchísimo decir que eso es sólo el principio, y yo pensaba que este era un libro autoconclusivo (otra vez me pasa que empiezo una trilogía sin darme cuenta, primero fue 'La reina negra'

y ahora este libro. ¿Qué me está pasando, por dios? Pero para nada penséis que me he arrepentido de haberlo leído. ¡Bueno! Vayamos por partes, que me emociono y os digo mi conclusión final antes de explicaros la reseña. 

Bueno, ya os comenté que me costó mucho arrancar, adentrarme, engancharme a la lectura. Al principio hay un hurracán de personajes, de historias, de relaciones familiares, de amigos... Y esto desorienta bastante. Sin embargo, con el avance de la lectura conseguí entender cuáles eran los hilos principales y las relaciones familiares entre ellos. 

Una vez me ubiqué en la lectura, la verdad es que se hizo súper adictiva y aunque no me reí a carcajadas como esperaba (malditas expectativas, que muchas veces te decepcionan), sí que disfruté con algunas escenas. La intención del autor es ridiculizar, satirizar la élite asiática y sus costumbres de ricos. Entonces, el autor hace una alarde poco habitual (se pasa líneas y líneas explicando cuánto brillan unos pendientes, o cuántos quilates tiene un collar) que me exasperaba un poco, pero os repito otra vez, en cuanto os habituéis al estilo del autor, es una auténtica pasada. 

La historia en sí es muy viva y dinámica. En realidad, es una única historia principal pero se derivan tres subhistorias a partir de los personajes de ésta, y se iban intercalando las tres en los capítulos. Me gustaron mucho todas las historias, tanto que cuando cambiaban de una a otra, me daba pena dejar de leer la anterior. Y eso me pasaba con todas, lo cual es un punto muy bueno. 

Los personajes están sacados de un patrón común: ricos, asiáticos y locos (algunos más que otros, todo hay que decirlo) pero aún así, se diferencian diferentes personalidades. Y creo que esto es difícil de conseguir, que todos se parezcan tanto pero aún así, al verlos de cerca, se diferencien.

El libro se divide en tres partes, que a su vez están divididas en capítulos. Los capítulos tienen una extensión más o menso cortita (cinco o seis páginas cada uno) aunque iban cambiando la extensión de un capítulo a otro, y la verdad es que se leen súper rápido.

Recuerdo que una vez tenía sólo media hora para leer, dejé a un lado el móvil, me senté en el sofá y me puse en serio. Pues en media hora leí casi 100 páginas. Es un libro muy ameno, divertido y a la vez introduce algunas cosas que hacen reflexionar. Esto es lo bueno de tener tantos personajes y diferentes subhistorias que el autor puede introducir un montón de sucesos (cuernos, envidia, celos...) y hacernos disfrutar un montón.

También lo que me ha gustado muchísimo ha sido que el autor haya sabido poner un toque sensiblero, emotivo y que te deje con la miel en los labios. Me ha parecido un final perfecto para una continuación. 

En definitiva, es un libro que en un principio puede parecer un poco un torbellino, pero en cuanto el lector se adentra un poco en la historia, se hace adictiva, divertida y sorprendente. Además, es un libro perfecto para introducir una trilogía y el final es maravilloso. ¡Lo recomiendo encarecidamente!

¡Un besito, y hasta la próxima entrada! 

Mo-