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La reseña que os traigo hoy es dura. El libro en sí es complicado de reseñar y por lo que habréis visto/leído por ahí del mismo, sabréis de qué va: prostitución.
No sé muy bien cómo abordarla, porque es un tema súper delicado y no quiero meter la pata. Os daré mi opinión como lectora, sin meterme en ello ni nada.
Este libro lo pedí por mi cumpleaños, pero como veía que no me lo regalaban, se lo pedí prestado a mi mejor amiga. En Julio, mientras estaba con mi novio en Ponferrada, ¡me lo regalaron! Me dijeron mis amigos que era un regalo atrasado porque estaba agotado en las fechas de mi cumpleaños y como no nos habíamos visto desde entonces, no habían podido dármelo. Nada, lo empecé allí mismo y fue un sin parar, no podía dejar de leerlo.
- Sinopsis -
K tiene 19 años y una vida un tanto peculiar. Cuando su padre es asesinado en un ajuste de cuentas, se ve obligada a compaginar sus estudios con un trabajo muy poco convencional: el de recepcionista y chica de los recados en un local de alterne clandestino. Bajo la amenaza de los proxenetas y la asfixia de la deuda, vivirá de cerca los horrores que el sistema de la trata de mujeres conlleva. La experiencia la llevará a gestar una metamorfosis que marcará su paso de la adolescencia a la edad adulta.
Las mujeres que allí conoce y la violencia intrínseca al mundo criminal —que también sentirá en sus propias carnes— hará que comience a pensar en defenderse. Para ello acudirá al club de boxeo de Ram, un chico al que la violencia de género también le ha marcado la vida. Pese a las corazas que ambos portan, la curiosidad de este le llevará a interesarse y preocuparse por ella hasta hacerla pensar que quizá sí existan los hombres que aman a las mujeres.
Pero un desafortunado suceso hará que las luces de neón comiencen a parpadear.
Las mujeres que allí conoce y la violencia intrínseca al mundo criminal —que también sentirá en sus propias carnes— hará que comience a pensar en defenderse. Para ello acudirá al club de boxeo de Ram, un chico al que la violencia de género también le ha marcado la vida. Pese a las corazas que ambos portan, la curiosidad de este le llevará a interesarse y preocuparse por ella hasta hacerla pensar que quizá sí existan los hombres que aman a las mujeres.
Pero un desafortunado suceso hará que las luces de neón comiencen a parpadear.
- Reseña -
Empecemos por la portada. La mujer me recuerda un montón a Ana Fernández, la actriz. ¡La primera vez que leí el libro, creí que era ella! Ana Fernández es una de mis actrices españolas favoritas, tuve un crush súper fuerte con ella de pequeña, la adoraba, quería ser como ella... Una cosa increíble. Bueno, que me voy por las ramas. En tapa blanda, ¿hace falta que os diga otra vez que adoro leer en este formato?, y con letras de un tamaño legible. Con eso, el disfrute estaba asegurado.
Creo que para contaros la reseña es necesario que os cuente un poquitín de qué va la historia: si no queréis saber nada de nada, saltaros este párrafo e id directamente al siguiente. Va sobre la prostitución y sobre la trata de blancas. Entonces, K (la protagonista) se ve metida de lleno en todo este entramado y lo vive en su propia piel.
La dinámica de la historia es rápida y lenta, a la vez. Rápida en el sentido de que es amena, se lee rápido y no se hace pesada la lectura. Lenta porque me ha dado la sensación de que a la protagonista le ha costado arrancar a la acción. En este punto creo que es necesario detenerme un poquito y explayarme (raro en mí, ¿no?).
A ver, por una parte -voy a seros sincera-, me ha exasperado un poco que la historia no arrancara, que se diera tantos rodeos la protagonista, y más si la misma estaba continuamente pensando que iba a ser la última vez que iba a tolerar que las cosas continuaran así, que se acabó, que las cosas iban a cambiar... y seguías leyendo, y las cosas eran exactamente igual. Me quedaba pensando: ¿y la acción pá cuando?
Sin embargo, ahora con la mente fría, pienso que en su lugar, yo también hubiera tardado lo suyo en atreverme a dar algún paso o en arriesgar mi propia vida. Entonces, creo que la autora lo que quería era que nosotros sintiéramos la presión, el agobio, la angustia de querer cambiar algo, de -poder- cambiar algo pero que haya un tipo de presión que nos obligara a callar, a continuar con nuestra vida e intentar ignorar lo que estuviera pasando. He de aplaudir a la autora porque si era eso lo que quería conseguir contando la historia despacio, lo ha hecho. A mí por lo menos, como lectora, me ha angustiado un montón y me ha enfadado.
Una cosa que también me ha costado entender del libro ha sido el tema de la esperanza. Durante todo el libro se aborrece la esperanza como algo negativo, algo que nos hace estar pasivos, algo que nos hace esperar -y no actuar-, pero luego la sensación que he sacado del libro ha sido que pretende hacer eso, dar esperanza a todas esas mujeres que estén en esa situación ahora mismo. Pero claro, ¿quién no quiere dar un poco de luz a ese tipo de víctimas, y demostrarles que hay una salida?
Sobre el final, yo me esperaba algo muchísimo más brutal. Lo es, no me malinterpretéis, pero yo me esperaba algo que me desgarrara el corazón y bueno, lo que consiguió el libro fue impactarme y hacerme ser consciente de la realidad.
Bueno, ya dejo de comentar este tipo de cosas y me voy a centrar en otros aspectos.
La autora también ha querido enseñarnos los diferentes comportamientos de los hombres hacia las mujeres pero que continúan siendo abuso. Por ejemplo, las miradas de los hombres a las mujeres en el gimnasio, los mensajes de texto instándote a quedar a pesar de una negativa, los intentos de ligar continuos y sin parar, la superioridad del hombre en la trata de blancas... todo eso es acoso, abuso, violencia, aunque no siempre es necesario que la violencia sea física.
Normalmente me gusta destacar los puntos fuertes de la novela, pero creo que la novela en sí es bastante fuerte y que ya he mostrado algunas reflexiones que he sacado.
En definitiva, una novela que es una auténtica bofetada de realidad y que nos hace ver la trata de blancas como es, sin eufemismos ni algún filtro que nos haga ver las cosas más "bonitas". Realidad cruda y dura, realidad que viven miles y miles de mujeres, realidad que estamos consintiendo gracias a nuestro silencio. Un libro que nos señala a nosotros, lectores, de cómplices por dejar que sigan pasando estas cosas.
¡Un besito y hasta el próximo domingo! Mo-