Ú L T I M A S R E S E Ñ A S

jueves, 8 de mayo de 2025

Libro 175: El delantal y la maza

Hay ensayos que son un aperitivo, y ensayos que son un plato contundente. Este es del primer grupo, me ha abierto el apetito y me ha dado ganas de seguir leyendo y aprendiendo sobre el papel de la mujer en la cocina a lo largo de aproximadamente los últimos 50 años. 

La propia autora lo explica: el ensayo es una selección personal de las referencias que le han marcado y que le han gustado, pero dista de ser un repaso histórico completo y profundo sobre la bibliografía existente acerca del tema. Sin embargo, considero que para gente que no está muy al tanto del tema (como yo), que no ha leído muchos ensayos sobre el tema o que está iniciándose, lo recomiendo muchísimo. 

Hay libros en los que se cumple el dicho de «lo bueno, si breve, dos veces bueno». 

En general la autora traza un recorrido a lo largo de las mujeres que han estado en la cocina, hace referencia a diferentes performances que se han hecho durante la historia y realiza críticas a diferentes obras que se han publicado sobre el tema. Menciona a autoras como Perkins Gilman, a la que conocía (y admiro) por su «Papel pintado amarillo», pero va más allá: no obvia el racismo que impregna su obra y proporciona análisis realizados por otras pensadoras. A mí esto me gusta mucho porque me aporta una perspectiva diferente y me hace cuestionarme las ideas preestablecidas que tenía. 

Además de mirar el pasado, también lanza una mirada hacia el futuro. La capitalización de las cocinas se ha realizado mayormente por los hombres, pues son aquellos los que regentan restaurantes, se convierten en chefs... Es cierto que cada vez hay más presencia de mujeres en las cocina, pero ¿continuará esa tendencia? ¿Se estabilizará? 

No lo sabemos, lo sabremos con el tiempo. 

Es un ensayo que recomiendo muchísimo. Lo releeré segurísimo.  

lunes, 5 de mayo de 2025

:libro 174: Con e de curcuspín.

Últimamente estoy destrísimo de los libros que tratan sobre la gramática, la literatura y el español. Esta obra, regalo de Emma por el día del libro me ha abierto más todavía la mirada sobre las lenguas que cohabitan (en la mayoría de ocasiones, malamente) con el castellano.  

Mario Obrero refleja en este ensayo poético sus pensares y sentires sobre las lenguas, a las que les escribe cartas. En las cartas, les dice a las diferentes lenguas lo que ha aprendido de ellas, les agradece todo lo que le aportan... son unas cartas muy bonitas y muy sentidas. Es cierto que ahora que lo pienso, la persona que lee el libro es prácticamente un intruso leyendo una correspondencia que no es la suya, pero cuando tenía el libro en las manos, me sentí completamente invitada. 


El libro habla del catalán, del gallego, euskera, asturiano, extremeño, aranés... múltiples lenguas diferentes que existen (y se hablan) en España. No habla de ellas desde una perspectiva pesimista («¡oh, se van a morir, tenemos que hablarlas para salvarlas!») si no desde una que es la del asombro, la de una persona que va aprendiendo las diferentes lenguas y estableciendo relaciones entre unas y otras, equivocándose en las definiciones de las diferentes palabras y descubriendo sus etimologías. El autor consigue contagiar el asombro y la sorpresa, por lo que en más de una ocasión me descubrí a mí misma maravillándome con las diferentes palabras (en lenguas que me son completamente desconocidas) y sus curiosidades. 

El finalizar el libro, he echado de menos una lengua que me ha atravesado desde pequeña: la lengua de signos. En España se signan varias lenguas de signos: la española y la catalana. Es cierto que hay otras comunidades autónomas que tienen signos distintos al igual que hay palabras o acentos típicos de las diferentes comunidades autónomas. Me hubiera gustado encontrármela en el libro, pero su ausencia no me ha desanimado: quizás me anime a signar yo misma una video-carta a una de mis dos lenguas maternas. 

Muchas gracias, Mario, por ampliarme la mirada.

¡Nos vemos próximamente! O quizás no.

Mónica. 

PD: Este blog al final prácticamente son cartas que me escribo a mí misma.