Estoy aquí, en una casa por un pueblo de León en la que he conseguido pillar un ordenador con internet. ¡Y aprovecho para subir esta entrada!
Esta vez se trata de un libro que fue todo un fenómeno hace unos meses, pero yo siempre voy con retraso, así que lo leo ahora. Es el maravilloso libro de 'La verdad sobre el caso Harry Quebert'. Es de estos, ¡por fin! que cuando acabas de leerlo necesitas un buen descanso, suspirar y sonreír. Todo con el libro cerrado sobre el pecho.
Hacía tiempo que no me encontraba con un ejemplas así, que te mantuviera en filo hasta el final e intentando adivinar respuestas a los enigmas (que no podían ser más equivocadas, por cierto). No hay muchos libros así, sino que van apareciendo de vez en cuando entre un montón de libros mediocres que dicen ser best-sellers del año, entre otros mil libros que claman lo mismo. ¡Negocios!
Autor: Jöel Dicker
Título: La verdad sobre el caso Harry Quebert
Páginas: 672
La trama de la historia transcurre entre tres tiempos, 1975, 1998 y 2008. Esa alternancia temporal hace que el libro sea muchísimo más ameno y puedas seguir muchísimo mejor la investigación del crimen.
He leído en otras reseñas que es un libro mediocre, con muy poco argumento a parte de las páginas que tiene. Lo que yo opino es que hay que diferenciar entre la ficción y la realidad. Sé que el amor que mantienen Harry y Nola, la adolescente es un poco irreal, pero es un amor, al fin y al cabo. Si dicen que están enamorados, pues habrá que creerlo. No podemos andar por al vida buscando pruebas sobre todo, pues hay cosas que pasan y ya está.
Lo que sí es cierto es que en algunos momentos (sobre todo al principio) la novela se hacía un poco liosa por la cantidad de nombres que tiene. Tiene muchísimos personajes, y a veces cuesta recordar quién es ese personaje o qué hizo.
En definitiva, lo recomiendo sin duda, pues sé que a algunas personas les puede echar atrás las muchísimas páginas que tiene, pero se leen de un plumazo. Os confieso que yo me leí este libro en menos de 24 horas... ¡Para que os imaginéis la viciada que tuve!
Y con todo eso, creo que me voy a desayunar.
Mo.
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