Atlas de anatomía: ¿Cuál es el mejor?

  ¡Buenas, chicos!

  Ya pasó una semana desde la entrada de Jesse Owens, y parece que fue ayer mismo. ¡Cómo pasa el tiempo! De todas formas, espero que hayan pasado una buena semana.

  Como os dije hace un tiempo, estoy estudiando Medicina. Como comprenderéis, estoy todo el día rodeada de libros. Libros para consultar dudas, libros para ver imágenes de las diferentes patologías, libros para ver los huesos y músculos... hay todo tipo de libros, y esa es una de las cosas que más me gustan, pero a veces me vuelven loca. Hay libros que tienen una portada y un índice para morirse, pero tras comprarlo te das cuenta de que es una auténtica patata. ¡Qué rabia comprar un libro para darte cuenta de que no te va a aportar casi nada! Y mucho más teniendo en cuenta que los libros para medicina no son muy accesibles económicamente... Si cuesta menos de 60 euros, es 'barato'. Fácilmente cuestan 90 o 100 euros, y por eso hay que elegir bien cuál coger, cuál no coger, cuál es el que mejor se ajusta para ti...

  Bueno, empecemos. En esta entrada voy a hablar únicamente de los atlas de anatomía. Estos atlas en los que ves huesos y músculos. Seleccionaré unos atlas que he tenido la oportunidad de consultar en la biblioteca de medicina y los voy a comentar, uno por uno.

  1. Netter de anatomía para colorear 

  Sí, no habéis leído mal. Para colorear. Nos mandaron comprar este libro para unas prácticas de anatomía, teníamos que llevar nuestros lápices de colores y empezar a colorear. Aunque suene una idea un poco rídicula, la verdad es que yo me lo pasé muy bien y me entretuve pintando y coloreando.

  Tiene unas flechas señalando todos los huesos y músculos, y tú los vas coloreando. Por ejemplo, te señala un músculo del brazo y pone 'bíceps' y tú deberías saber hasta dónde es el bíceps, que es sólo el músculo, no el hueso entero.

  Además, incluía también breves explicaciones de cada lámina. Cuando me cansaba de colorear, me ponía a leer y a subrayar. Me servía también de repaso y para refrescar un poquito la memoria.

  Sin embargo, si eres una estudiante que va siempre apurada y que necesita tiempo y calma para estudiar, no te lo recomiendo. No voy a decir que es una pérdida de tiempo porque no lo es (aprendes y te diviertes), pero es un esfuerzo extra que te puedes ahorrar. Así que, a menos que te lo manden como a mí, no te recomendaría comprarlo.

2. Gray para estudiantes 

  Este atlas también me lo compré, esta vez para una asignatura llamada esplacnología. Como era una asignatura muy amplia y muy profunda (trata sobre las vísceras del cuerpo), decidí que sería bueno tener un atlas bueno y que entrara en detalles. Lo es. Hay información hasta para aburrirse, y eso es un punto a favor y en contra.

  Está bien que tenga mucha información porque así no se te escapa nada, pero es agotador tener que leerlo todo, seleccionar la información, comparar, constatar...

  Es un libro que recomendaría para asignaturas de fondo como es la esplacnología, viene con muchísimas, muchísimas imágenes (aunque yo los prefiero algo más realistas, con fotos de cadáveres reales, por ejemplo). Pero bueno, todo no se puede tener en esta vida.

  Los temas están muy bien distribuidos, y se sigue muy fácil. Además, nuestro profesor también nos lo recomendó, y recuerdo que cuando estaba hablando en clase, dijo: 'además, está en papel biblia'. Yo, ingenua de mí, me puse a reír. Entonces el profesor me miró y me dijo: 'Sí, Mónica, sí. Parece una bobada, pero que tenga tantas hojas y tengan que hacer un papel finísimo, dice mucho de un libro'.

  Además, es un atlas que está muy bien tener en casa, tanto para estudiar como para consultar dudas o cositas.

3. Atlas de anatomía, Netter.

  Este es otro de los muchos libros que utilicé. La verdad es que al principio lo odiaba, no me gustaba nada cómo estaba organizado. Son un montón de imágenes de cada parte y aparecen un montón de cosas en cada página, pero no hay nada explicado. Sin embargo... Cuando ya has acabado de estudiarte todo, y lo que necesitas es una perspectiva general del corazón, pelvis, abdomen, pulmones, etc, la verdad es que este libro viene como anillo al dedo.

  Es un libro muy esquemático y muy gráfico. Cuando ya conoces las partes del intestino grueso, por ejemplo, en este libro puedes ver la relación que hay entre el intestino grueso y la vejiga. Con eso quiero decir que eres capaz de ver un montón de elementos a la vez.

  Otro punto a su favor es que los dibujos son más realistas, parecen hechos a mano. En el Gray, por ejemplo, los dibujos son completamente a ordenador. Sin embargo, en éste a veces dudo si están hechos a mano o a ordenador.

  Sin embargo, si aún no te has estudiado la materia y aún necesitas comprenderla, este libro sólo te va a liar más. Utilizálo cuando ya tengas todo asimilado, entendido y digerido.

4. Atlas de anatomía humana, Prometheus. 

  Este atlas fue el que utilizamos para estudiar la asignatura de Anatomía, aunque lo descarté por excesivo. Es cierto que contienen muchísima información, está genial, tiene dibujos muy claros... pero su mayor defecto es que es excesivo, al menos para una asignatura de primero de medicina. Entonces decidí descartarlo, y dejarlo para más adelante.

  Aunque el atlas de la imagen aparezca como un único tomo, el que yo utilicé en la biblioteca para estudiar tenía tres tomos. Veteranos de mi facultad me han dicho que aunque ahora no los necesite para estudiar, más adelante sí que voy a ir corriendo a por ellos. Bueno, pues cuando los necesite, los compraré/consultaré, pero de momento voy de sobra con el Gray y con el Netter.

  La editorial panamericana me gusta un montón, tienen libros publicados de un montón de ámbitos de la medicina (¡creo que cada asignatura que tengo en la facultad tiene su propio libro de esta editorial!)

  Con estos cuatro libros doy por finalizada esta entrada, ¡hasta el próximo domingo!

  Pasad una semana genial, y ya sabéis... ¡No dejéis para mañana todo lo que podáis hacer hoy!

Mónica.