Hoy le toca el turno a Lionheart, la primera parte de una bilogía. Nada más entrar el libro en mi casa me puse a leerlo, pues tenía tantísimas ganas de conocer la historia que nos cuenta Ana Roux. Y es que la autora fue la médica que me enseñó un montón de cosas en una guardia de pediatría a la que fui como estudiante, para aprender.
Como sabéis de sobra (lo he repetido hasta la saciedad), la fantasía no es mi fuerte y las novelas de este género me cuestan un poquito, pero entre que la autora es de mi ciudad, que es amiga de Victoria Álvarez y que uno de mis propósitos para el 2020 era leer más fantasía pues mira, me lancé a la piscina. ¡Todo un aciertazo!
Os cuento a continuación lo que me pareció, pero como suele pasarme, siempre me precipito y habréis deducido que el libro me encantó. Pues sí, para qué os voy a mentir. Pero bueno, entraré ahora en detalles, ¡disfrutad de la reseña!
- Sinopsis -
Océano Atlántico, 1805. A miles de metros sobre el agua, la flota aérea británica y la napoleónica se enfrentan por el control de Europa. Tras una dura batalla, el navío Lionheart del capitán Fellowes acaba aterrizando en una isla poblada por náufragos, entre los que se encuentra Ellen Fellowes, la hija del capitán, quien lejos de la civilización ha descubierto la libertad. Ambos grupos aceptan colaborar para superar sus disputas, sobrevivir a los ataques de piratas y volver a Inglaterra. Sin embargo, los cimientos de esa alianza se tambalean cuando se produce un extraño asesinato que lo cambia todo.Lionheart es el primer tomo de una trepidante bilogía enmarcada en un siglo XIX alternativo, donde los barcos se desplazan por el aire, la magia impregna cada capa de la sociedad y los secretos pueden poner en peligro mucho más que un imperio.
- Reseña -
Cuando empecé el libro, tenía un poco de miedo porque no estaba muy segura de que no hubiera criaturas mágicas, y eso es lo que peor llevo de los libros de fantasía: trolls, dragones, elfos, ninfas... no entran en mi imaginación. Así que os lo adelanto por si os pasa también, en este libro no tienen cabida.
Los elementos fantásticos que hay están súper bien llevados, muy bien desarrollados y se nota una extensa documentación de la autora de los códigos de navegación, de las señales y de las diferentes banderas que se levantan dependiendo del mensaje que se quiera transmitir desde el barco. ¡He aprendido un montón sobre navíos! Y fijaos que no tenía ni idea, y tampoco era un tema que me interesara mucho.
La narración de la autora es espectacular, va a un ritmo muy bien llevado, es activo, van pasando cosas pero es lo suficientemente lento como para que podamos saborear todo lo que va sucediendo. Siempre pienso que es súper difícil encontrar ese equilibrio y Ana Roux lo logra a la perfección. Tengo que mencionar que encontré algunos fallos de corrección, pero fueron poquísimos, cuatro en todo el libro. Aun así, estaría bien revisarlos para que quede perfecto.
Los personajes me encantaron, todos con sus más y sus menos. Hubo alguno que me robó el corazón, sobretodo Thomas. ¡Ay, ese Thomas! También adoré al mayor Hansford, me pareció súper tierno y pienso que tiene un corazón de oro. En general, me pareció que todos estaban muy bien perfilados y que tenían su función dentro de la historia.
Uno de los puntos fuertes de la novela fue definitivamente, la ambientación. Como he dicho antes, se observa una INCREÍBLE documentación por parte de la autora para conseguir fusionar los elementos fantásticos con los elementos históricos, y eso sumado a una trama increíble con sus momentos dulces ha hecho que este libro se sitúe como una de las mejores lecturas del 2020.
El final ha sido espectacular (un poquito abrupto diría yo), y ha conseguido dejarme con la miel en los labios. ¡Estoy deseando que se publique la segunda y última parte!
Un besito y hasta el próximo domingo,
Mo-