Hoy, como cada domingo, os traigo un libro. Esta vez es el turno de uno de los que tenía pendientes en mi estantería desde hace muchísimo, y me enorgullece un montón deciros que ya voy animándome con ellos y bajando el número de obras que tengo sin leer en mi habitación.
Este en concreto, «El lector del tren de las 6.27» lo tenía desde hace años, y lo había empezado varias veces, pero nunca me enganchó hasta terminarlo. Además, tengo varios libros de la editorial Seix Barral y todos ellos me han gustado mucho, por lo que estaba segura de que tenía que darle una oportunidad. ¡Y aquí estamos!
- Sinopsis -
Guibrando Viñol no es ni guapo ni feo, ni gordo ni flaco. Su trabajo consiste en destruir lo que más ama: es el encargado de supervisar la Cosa, la abominable máquina que tritura los libros que ya nadie quiere leer. Al final de la jornada, Guibrando saca de la entrañas del monstruo las pocas páginas que han sobrevivido a la carnicería. Cada mañana, en el tren de las 6.27, se dedica a leerlas en voz alta para deleite de los pasajeros habituales. Un día descubre por casualidad una pieza de literatura atípica que le cambiará la vida. La amistad une a un grupo de personajes aparentemente anodinos, probables compañeros invisibles de nuestros viajes cotidianos en tren, que esconden mundos extraordinarios donde todo es posible: un vigilante de seguridad que habla en verso, una princesa cuyo palacio es un aseo público, un mutilado que busca sus piernas. En una mezcla insólita de humor negro y dulzura, celebramos con ellos el triunfo de los incomprendidos.
- Reseña -
Este libro en concreto habla de Guibrando Viñol, un hombre corriente que trabaja en una fábrica donde se destruyen libros para convertirlos en una pasta que se utiliza para fabricar nuevos ejemplares. Además, él tiene la costumbre de «rescatar» algunas páginas de los libros que son destruidos y leerlas después en el tren que coge cada mañana, el de las 6.27. De pronto, se encuentra con unas páginas especiales que le harán ver la vida de otra forma...
En esta novela, no esperéis encontraros con una historia de drama, ni unos personajes súper complejos, ni un amor pasional... En esta novela, me da la sensación de que lo que el autor ha querido reflejar ha sido la cotidianidad. Me explico, muchas veces nos ofuscamos en las cosas grandiosas que nos pasan, y nos olvidamos del valor que tiene la sensación de volver a casa tras una jornada agotadora, o la felicidad de darle de comer a nuestra mascota... Estas cositas que nunca contamos, pero que son las que nos alegran el día a día.
Y en esto se centra el autor. En los detalles de la cotidianidad que nos da seguridad, las cositas que todos hacemos y sin ellas no seríamos nadie. Nos muestra también la importancia que nosotros le damos a algunas cosas que en realidad, no son tan imprescindibles.
Es un libro que en definitiva, me ha hecho reflexionar. Jean-Paul Didierlaurent nos muestra, a través de una prosa tranquila pero elaborada (he tenido que recurrir al diccionario en más de una ocasión), nos ha mostrado la realidad de un hombre que podría ser cualquiera de nosotros, los lectores.
Es muy poco conocido entre los bloggers y los bookstagrams, pero os digo encarecidamente que si lo veis por las librerías o por alguna biblioteca, le deis una oportunidad. No os va a marcar de por vida, pero estoy completamente segura de que os hará ver la vida de otra forma.
¡Un besito y hasta el próximo domingo!
Mo-