Reseña 6: Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea.

  ''Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea'', o eso es lo que piensa James Matthews, un niño de 10 años. La autora de este magnífico libro es Annabel Pitcher, y es el primer libro que publica. Está escrito en forma narrada, sin diálogos ni nada, sino que te lo va contando el propio niño. Consta de 228 páginas cargaditas de emociones, sentimientos... y grandes verdades en las que nunca habías pensado.
  Esta historia comienza con la muerte de Rose, la hermana del protagonista, en un atentado terrorista marroquí. Después de este hecho desagradable, empiezan los problemas. La madre de James se va a otra ciudad con otro chico, el padre se emborracha y adquiere un odio infinito a los musulmanes, y no se encarga de sus hijos, James y Jas. Jas es precisamente la gemela de Rose. El padre, James y Jas también cambian de ciudad, pues no era agradable vivir en aquella casa donde abundaban los recuerdos de la vida que tenían antes. Por eso, este cambio supuso un esfuerzo para ellos para superar la muerte, de seguir adelante y no estancarse en el pasado. El padre, al principio lo único que hacía era emborracharse y estar de resaca durante el día, y como no podía olvidarse de Rose, puso las cenizas de sus restos en una urna, y puso ésta sobre la repisa de la chimenea, de ahí el título del libro. Jas, la hermana encontró a su amor y se volvió macarrilla, quizás fuera su forma de evitar que la vieran como a Rose (se parecía mucho a ella, eran gemelas). Jamie simplemente siguió adelante, pues no se acordaba mucho de su hermana porque era pequeño cuando succedió. Conoce a Sunya, una niña musulmana, compañera suya en clase, y la única persona con la que se lleva bien, mantiene esperanzas de que vuelva su madre y todo volviese a ser como antes, pero al final se da cuenta de que no podía vivir anclado al pasado, y acabaron superandolo. El padre dejó de beber y odió un poco menos a los musulmantes, Jas siguió adelante y no seguía tan rebelde, y Jamie, pues él, lloró. Lloró hasta que se le acabaron las lágrimas.
 

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